Minera Tres Valles sale de la quiebra de la mano de dos fondos de inversión
En mayo enviarán la declaración ambiental para extender vida útil a 2035, y en junio abrirán poderes para comprar cobre a pequeños mineros.
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Minera Tres Valles, que opera en la zona de Salamanca, Región de Coquimbo, se apresta a salir del proceso de liquidación forzosa de la mano de dos fondos de inversión ingleses, Javelin y Kimura, que se hicieron cargo de la deuda de alrededor US$ 50 millones y abrirán poderes de compra para adquirir cobre a pequeños mineros de la zona.
La empresa canadiense cayó en reorganización judicial en agosto de 2020, cuando los acreedores -entre ellos, Anglo American- aprobaron dicha instancia, debido al negativo impacto que tuvo en la empresa la extensa sequía en la zona y el coronavirus.
Según cercanos al proceso, tanto Javelin como Kimura han inyectado cerca de US$ 1 millón para que pequeños mineros de la zona exploren en búsqueda de nuevo mineral y están en negociaciones con unos 100 productores de las localidades de Salamanca e Illapel que vendan lotes de más de 300 toneladas con mineral de cobre.
El poder de compra partiría en junio, señalaron conocedores de la compañía.
La minera, que opera entre los valles de Chalinga, Cárcamo y Chuchiñí, en las comunas de Illapel y Salamanca, también se apresta a enviar una declaración de impacto ambiental en mayo próximo, para así extender la vida útil del mineral hasta 2035.
La solicitud de reorganización
En su solicitud de liquidación, la compañía explicó que, en diciembre de 2019, logró cerrar un financiamiento entre Anglo American Marketing Limited y un fondo de inversión inglés administrado por Kimura Master Fund Ltd.
“Si bien este financiamiento ascendió a la suma de US$ 45 millones, en la última línea solo significó la entrada de recursos efectivos a la compañía por US$ 10,2 millones, después de pagar líneas de créditos vigentes, gastos de emisión del crédito y dejar una reserva como depósito en garantía solicitada por el mismo crédito”, destacó.
Explicó que el efecto financiero descrito se produjo ya que, dado que el proceso usado para el tratamiento de los minerales tiene una cinética promedio de 230 días, implica que, en una etapa de incremento de la producción, provoca un alza de productos en proceso, lo que -dijo- genera presión sobre la liquidez.
Además, indicó que debe considerarse que entre 2017 y 2019 los proyectos fueron financiados por flujos provenientes de la operación, créditos con la empresa matriz en Canadá y por crédito de proveedores principalmente vía factoring.
“Es en ese contexto que sucedieron los hechos del mes de octubre de 2019 que redundaron en que las líneas de crédito para financiamiento de corto plazo se cerraron o disminuyeron de manera significativa, generando una enorme presión sobre la liquidez de la compañía”, aseguró.
En paralelo, la minera apuntó a los efectos que le habrían generado la sequía y la pandemia, eventos que, señaló, obligaron a reducir la producción.